Durante el XVIII y, según Desdevises du Dezert, éste había sido "simultáneamente un comité legislativo, un consejo político, el centro de la administración, un alto tribunal de justicia administrativa, civil y criminal". Sin embargo, su función durante el período mayo-junio de 1808 no pasó de ser una mera institución que "se plegó en el ejercicio de sus funciones legislativas, a dar forma legar a la voluntad de los invasores y de la Junta de Gobierno"*. Con la llegada de los Borbones, la Guerra de Sucesión y los Decretos de Nueva Planta, este Consejo adquirirá vital importancia, convirtiéndose en un verdadero órgano de poder en cuyo seno encontramos personajes como Macanaz, Campomanes o Jovellanos. Su descrédito, así como el de la Junta de Gobierno, trajo consigo la aparición de movimientos populares contra el francés, localistas y espontáneas en un primer momento como es el caso del alcalde de Móstoles y algo más organizadas posteriormente como en Oviedo, cuna de las conocidas como Juntas Supremas Provinciales, sutitutas de las antiguas autoridades cuya fuerza moral había quedado fuertemente mermada ante su actuación frente al invasor.
* Fuente: ARTOLA, M. (director): Historia de España. La burguesía revolucionaria (1808-1874). Tomo 5. Madrid, Alianza Editorial, 1990.
* Fuente: ARTOLA, M. (director): Historia de España. La burguesía revolucionaria (1808-1874). Tomo 5. Madrid, Alianza Editorial, 1990.
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